Friday, February 18, 2011

Todas íbamos a ser reinas

La primera vez que encontré este poema, estuve con una clase en Chile en un monumento que honra las vidas de las mujeres torturadas y asesinadas durante la dictadura de Pinochet. Por eso, quiero compartirlo en memoria de estas mujeres.

TODAS ÍBAMOS A SER REINAS- Gabriela Mistral

Todas íbamos a ser reinas,
de cuatro reinos sobre el mar:
Rosalía con Efigenia
y Lucila con Soledad.

En el valle de Elqui, ceñido
de cien montañas o de más,
que como ofrendas o tributos
arden en rojo y azafrán,

Lo decíamos embriagadas,
y lo tuvimos por verdad,
que seríamos todas reinas
y llegaríamos al mar.

Con las trenzas de los siete años,
y batas claras de percal,
persiguiendo tordos huidos
en la sombra del higueral,

De los cuatro reinos, decíamos,
indudables como el Korán,
que por grandes y por cabales
alcanzarían hasta el mar.

Cuatro esposos desposarían,
por el tiempo de desposar,
y eran reyes y cantadores
como David, rey de Judá.

Y de ser grandes nuestros reinos,
ellos tendrían, sin faltar,
mares verdes, mares de algas,
y el ave loca del faisán.

Y de tener todos los frutos,
árbol de leche, árbol del pan,
el guayacán no cortaríamos
ni morderíamos metal.

Todas íbamos a ser reinas,
y de verídico reinar;
pero ninguna ha sido reina
ni en Arauco ni en Copán.

Rosalía besó marino
ya desposado en el mar,
y al besador, en las Guaitecas,
se lo comió la tempestad.

Soledad crió siete hermanos
y su sangre dejó en su pan,
y sus ojos quedaron negros
de no haber visto nunca el mar.

En las viñas de Montegrande,
con su puro seno candeal,
mece los hijos de otras reinas
y los suyos no mecerá.

Efigenia cruzó extranjero
en las rutas, y sin hablar,
le siguió, sin saberle nombre,
porque el hombre parece el mar.

Y Lucila, que hablaba a río,
a montaña y cañaveral,
en las lunas de la locura
recibió reino de verdad.

En las nubes contó diez hijos
y en los salares su reinar,
en los ríos ha visto esposos
y su manto en la tempestad.

Pero en el Valle de Elqui, donde
son cien montañas o son más,
cantan las otras que vinieron
y las que vienen cantarán:

—«En la tierra seremos reinas,
y de verídico reinar,
y siendo grandes nuestros reinos,
llegaremos todas al mar».

Thursday, February 17, 2011

Algunos fotos de Valle de Elqui



En 2010, tuve la oportunidad de viajar por el norte de Chile con mi padre. Pasamos tiempo en el Valle de Elqui, especifamente en Vicuña (donde nació Gabriela Mistral). Aquí son dos fotos que muestran la tierra que inspiraba la poesía de Mistral.

Thursday, February 10, 2011

"Dulzura" por Gabriela Mistral

Dulzura es otro poema que trata del tema de la maternidad, pero en contraste con La Tierra no hay una referencia explícita a la tierra como la madre de todo. Mistral usa la palabra entrañable “madrecita” para empezar el poema. Esta palabra define el tono familiar de la duración de la obra y muestra la conexión íntima entre la narradora y el sujeto. Pasa la mayoría del poema con estas “dulzuras extremas” que habla en la relación entre la madre y el hijo.

En la segunda estrofa, Mistral dice que su cuerpo es de la madre porque lo juntó en ramo. También, habla de su deseo de sentarse en el regazo de su mamá. La estrofa siguiente continúa el enfoque en la relación entre un niñito y la mamá con la imagen de la madre como una hoja y el hijo como un rocío. Muestra cómo la madre abraza al hijo en sus brazos. El poema termina de la misma manera que empezó, con la adoración de la mamá y el deseo de decirle “los cariños sumos.”

Mis ideas sobre "La Tierra" por Mistral

Escogí el poema La Tierra porque en mi opinión, expresa la importancia de la tierra para los indígenas de Chile y también el tema de la tierra como una madre de la humanidad, específicamente las personas originales de América Latina. En el poema, Mistral escribe a un niño indio al significado de la tierra. Cuenta que como una madre, la tierra consuela a un niño cansado y juega con un niño alegre. La segunda estofa continúa la explicación de la importancia de la tierra para los indígenas. En el tambor indio de la tierra, se puede oír “el fuego que sube y baja buscando el cielo, y no sosiega.” En esta estrofa, Mistral usa la personificación para describir aspectos de la tierra, como el fuego y los ríos. También habla de cómo el hacha come la selva. El hacha representa, de alguna manera, lo extranjero que destruye la naturaleza y las cosas importantes para las persona indígenas.

En la tercera y cuarta estrofa, Mistral describe el papel del tambor de la cultura. Dice que “tañe cerca y tañe lejos, como el que huye y que regresa…” Creo que ella muestra la conexión que crea la música entre todas las personas originales de Latinoamérica. La distancia no le importa porque cada persona indígena puede relacionar al sonido del tambor. En una manera, el tambor actúa como el dios de la tierra; “todo lo toma, todo lo carga…lo que retoza y lo que pena; y lleva vivos y lleva muertos…”

Finalmente, Mistral habla en el papel de la tierra en la muerte. Dice que el niño no debe llorar cuando muera porque la tierra en la fundación de la vida y regresará a su protección. En esta parte, muestra otra vez la creencia que la tierra es la madre de la gente. Termina con la frase “la madre que estaba rota tú la verás volver entera.” La importancia de la naturaleza y la tierra es un hilo común en muchos de los poemas de Mistral.

La Rosa- Un comentario de la poesía de Gabriela Mistral

La Rosa es un poema muy cortito y lleno del significado. En general, la rosa es una representación de la belleza, la pasión y el amor. En este contexto, Mistral está escribiendo a alguien familiar porque usa “tú” para dirigirse al sujeto. Además es posible que escriba a su propio corazón porque el poema tiene algunos aspectos retóricos. Al principio, Mistral compara la riqueza de la rosa a la riqueza del corazón. La representación del corazón y la rosa significa el amor o el amante. Pero continúa con un mando: libera al amante de las empuñaduras del corazón. Mistral dice que la ceñidura es la raíz de la aflicción que experimenta.

La segunda estrofa sigue el tema de la primera y habla de la necesidad de desatar el amor. Manda que el sujeto desamarre la rosa con un canto o un tremendo amor. Finalmente, Mistral dice que no puede defender el amor porque al final, te dolerá. De esta manera, contiene el tema del desamor que es el tema central de la poesía de Mistral.

Mis opiniones de "Ausencia" por Gabriela Mistral

¡Qué lindo este poema! Ausencia es un poema de amor y la tragedia de estar enamorado de alguien que ya no está. Mistral usa la repetición de las frases “se va,” “me voy,” “me fuese” para enfatizar la ausencia entre ella y su amante. En la primera estrofa, habla de las características físicas que se deterioran debido a la distancia dolorosa: el cuerpo, la cara, las manos, y los pies. Físicamente, su cuerpo no está con su amor. La estrofa siguiente continúa el mismo tema del alejamiento que los afecta, pero habla más de las cosas que hablan: la voz, los gestos, y la mirada. Por ejemplo, Mistral usa la imagen de una campana cerrada para representar su voz cuando no están juntos. Pero la ausencia es más que una condición porque ella escribe “no somos nosotros.” De esta manera, muestra que para ella no existen si no son.

En mi opinión la tercera estrofa es más personal porque usa la frase “me voy” en vez de “se va.” Habla mucho de la memoria y su amor por él como un sueño o un recuerdo. Ya no existe. Ella dice “Me voy de ti con tus mismos alientos: como humedad de tu cuerpo evaporo.” La palabra “evaporo” es tan poderosa. Cuando algo evapora, no se puede verlo pero hay un vapor o una presencia de lo que era. Para Mistral, ella es un vapor en la memoria de su amante. En la estrofa final, Gabriela Mistral habla en lo que fuera. Dice “Sangre sería y me fuese en las palmas de tu labor, y en tu boca de mosto.” De esta manera, Mistral habla de cómo sería con su amante aunque no es. Termina con la repetición de “Se nos va todo, se nos va todo!” para reiterar la ausencia.

Un comentario de "Despedida" por Gabriela Mistral

Despedida cuenta la soledad y el desamor que es un tema central en muchos poemas de Gabriela Mistral. En la primera estrofa, Mistral compara los adioses a un golpe de viento. Como el viento se aleja o se separa, también así es el carácter de las despedidas. También cuenta que busca los rostros que faltan. Al principio, muestra su tristeza y el anhelo por algo, o alguien, que no puede tener. La segunda estrofa da otra imagen similar de la representación del viento: las palmas cimbreando. Mistral dice que “apenas las junta el gozo y ya se separan.” En este contexto, los adioses están llenos de dolor y angustia.

Hasta este punto en el poema, no hay una referencia de quien está hablando y cuenta la tristeza de los adioses en general. Sin embargo, el tono cambia en la tercera estrofa cuando Mistral enfoca más en su tema del desamor. No estoy segura de la importancia de las tres comidas que menciona, pero creo que cada una se refiere a algún aspecto del amor. El pan es el sustento de una buena dieta, como es su amante en su vida. La sal da sabor a la comida como su amante es el gustillo en su vida. Finalmente, la pitahaya es una fruta exótica que representa la excitación y el dulzor del amante. Después de mostrar su necesitad para su amante, habla en el “lecho que olía a mentas y la noche hablada” que usa la oscuridad de la noche para representar la infidelidad.

El poema termina con el tono de desesperación. Como la deja el amante, no puede decir nada. Se refiere a su garganta acuchillada que muestra el sentimiento de la traición. La acumulación de su profunda pena de la despedida está en la última línea con la imagen de los ojos cegados de lágrimas que no pueden ver la puerta por lo cual dejó el amante.